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viernes, 22 noviembre ,2024

Tipos de ventilación

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Dentro de la prevención y extinción de incendios, la ventilación pretende alterar las condiciones de un fuego de manera controlada. Por ello, puede haber una intención o no (antiventilación) de sacar el calor o los gases provocados por las llamas.

Asimismo, los métodos de trabajo y el diseño táctico de la operación contraincendios pueden cambiar en función del propósito de las acciones destinadas a modificar el flujo de gases o el calor dentro o fuera de la edificación. Lo importante es saber qué quieres lograr con los tipos de ventilación y que veremos a continuación.

La finalidad de los tipos de ventilación

Ya hemos asomado que el objetivo primordial de la ventilación consiste en reducir la temperatura y alejar los gases generados por el fuego. Las técnicas de aireación también cumplen con cambiar las condiciones internas de los espacios en llamas para que el humo y el calor fluyan hacia la dirección que quieres.

No obstante, en la mayoría de los casos esto implica que habrá corrientes que ingresarán en las estructuras, lo cual conlleva ciertas repercusiones. Aun así, las medidas asociadas con la ventilación pueden lograr varios objetivos y habitualmente se utilizan para:

  • Facilitar las operaciones de rescate y actividades de buscar extensiones en la etapa inicial del incendio.
  • Prevenir o contener la propagación del fuego o sus gases mediante la reducción del impacto de la presión y el calor sobre la estructura.
  • Reducir la afectación del calor o el humo sobre las personas que podrían estar atrapadas, lo cual ayuda con la implementación de una extracción más segura.
  • Agilizar las operaciones de extinción y rescate al disminuir la carga térmica y mejorar la visibilidad dentro de la edificación para las cuadrillas de ataque o salvamento.

En este sentido, la finalidad esencial de la ventilación debería ser la reducción del impacto del calor y los gases sobre los involucrados, propiciando las labores de evacuación. En consecuencia, la tarea más crítica para los bomberos será mantener las diferentes rutas de escape libres de humo, así las personas pueden salir por su cuenta. Esto resulta vital para edificios elevados, sitos públicos y lugares que albergan a mucha gente.

Salidas (outlet)

Llamamos salidas a las aberturas hacia donde los gases fluyen para escapar de una estructura. Pueden ser outlets que ya existen o que son creadas usando varias herramientas resistentes al fuego. Usualmente, deberían estar ubicadas lo más alto posible, para que los bomberos puedan aprovechar al máximo la fuerza de flotabilidad térmica de los gases calientes. 

Al momento de hacer una salida, tienes que identificar los puntos más calientes sin importar si la ventilación es para habitaciones expuestas al fuego o para espacios adyacentes. El riesgo de abrir un escape en dichos sitios es la debilidad que pueda presentar la edificación. Tampoco hay que olvidar que el viento puede ayudarte con esta operación.

Entradas (inlets)

Las entradas cumplen la función de permitir que el aire exterior remplace el humo que fluye a través de las salidas. Con frecuencia, las inlets pueden ser más difíciles de conseguir o crear porque deben estar ubicadas por debajo de la capa de gases, cumpliendo el principio del flujo de aire caliente hacia arriba y el aire fresco que rellena desde abajo.

Por razones prácticas, la provisión de aire exterior debe tener una buena separación entre las llamas y los outlets. En ciertas situaciones, las salidas en forma de respiraderos sirven como entradas siempre que dichas aberturas están en el techo adyacente a los cuartos que no están expuestos y que haya brechas internas entre dichos espacios y aquellos que pueden ser afectado por el fuego.

¿Cuáles son los tipos de ventilación en la extinción de incendios?

Definidos los conceptos básicos, es hora de revisar los tipos de ventilación más comunes para la extinción de incendios.

Ventilación horizontal

Está claro que hay edificios en los cuales no podrás hacer una abertura por encima de las llamas. La ventilación horizontal viene a ser aquella que usa outlets que están al mismo nivel que el fuego. A menudo, esta circunstancia evita que haya un flujo vertical del humo, el cual tiende a dirigirse hacia las puertas o ventanas.

Esta clase de aireación debe aprovechar dichas aberturas para sacar el mayor volumen de gases posible. Por ende, cuentas con dos opciones:

  • Outlets ubicados en la parte superior del lado sotavento deberían ser usadas como salidas.
  • Las salidas en una posición baja y en la dirección del viento tendrían que corresponder a las entradas.

De esta forma, tus cuadrillas o equipos pueden aprovechar al máximo la fuerza de flotabilidad térmica de los gases calientes y la presión de la corriente para expulsar el humo. Si este procedimiento no funciona, te verás en la necesidad de evaluar qué produce las mayores diferencias de presión: el viento o la temperatura de los gases.

Ventilación vertical

A diferencia de la anterior, esta clase de aireación usa salidas que están por encima del fuego y lo más alto que sea posible. La idea es que el humo fluya de manera vertical desde las llamas o desde el espacio encendido y escape por las salidas existentes o fabricadas. Al igual que con la ventilación horizontal, las inlets deberían estar por debajo o al nivel del fuego.

Normalmente, vas a crear una oultet alta abriendo un hueco en el techo de la edificación o vas a utilizar alguna ventana o escotilla que ya esté ahí. Si se trata de un incendio en el sótano, las salidas y entadas estarán por encima de las llamas. En esta situación, se recomienda el uso de ventiladores y una entrada/salida para el aire entrante y de escape.

Ventilación de espacios adyacentes

Cuando hay un fuego completamente desarrollado en una habitación, resulta más eficiente aplicar una ventilación en los cuartos adyacentes. La finalidad de esta medida contra incendios no es otra que prevenir la propagación del calor y los gases hacia los espacios que no han sido comprometidos.

Este método se aplica con frecuencia mediante la presurización de los espacios libres de llamas o habilitando aperturas en el techo. Estas salidas pueden servir como una trinchera/zanja y ser horizontales o verticales, según la evacuación del suceso. En la práctica, estas outlets pueden ser asistidas por el uso de ventiladores mecánicos.

Ventilación mecánica

Este tipo de ventilación contraincendios tiene la particularidad de apoyarse en la utilización de ventiladores eléctricos o a gasolina e incluye 3 métodos principales:

Presurización de cuartos adyacentes

Esta técnica contra fuegos consiste en crear una presión mayor en las habitaciones adyacentes desde afuera del espacio en llamas. Puede ser una medida apropiada en varios escenarios:

  • Cuando es un incendio grande o resulta complicado llegar a las llamas.
  • Cuando la ventilación del cuarto comprometido resulta complicada o es difícil suprimir el fuego.

El único detalle es que las paredes u otras separaciones tienen que ser resistentes al fuego. Es decir, deben soportar los gases calientes y las altas temperaturas el tiempo suficiente sin que el humo o el fuego se propaguen a través de ellas.

Ventilación por presión negativa (NPV)

Se trata de crear una presión negativa en la abertura que va hacia el cuarto donde está el incendio o hacia una habitación expuesta usando un ventilador. De igual forma, este efecto puede lograrse colocando un ventilador en la mitad de un cuarto o dentro de un edificio y el cual va acompañado de un tubo de escape de un diámetro considerable.

Esta alternativa se usa en operaciones de limpieza, búsqueda de extensiones y salvamento. Por eso hay que tener en cuenta lo siguiente:

  • Hay que colocar el ventilador en un lugar alto o combinarlo con un tubo de escape.
  • La NPV simplifica el proceso de llenar una habitación con espuma expansiva.
  • El tubo de gran diámetro y que succiona, debe ser autosuficiente (hecho de un material resistente). En cambio, el tubo que ejerce presión puede ser de plástico suave (polythene). 
  • La NPV está indicada para incendio en sótano, cuando los gases deben ser movilizados a través de espacios que aún no han sido afectados, o cuando una abertura sirve como entrada/salida.
  • Este método también se puede usar para airear espacios en los que se han filtrado gases peligrosos, tóxicos o explosivos. Debes estar atento al riesgo de explosión.

Ventilación por presión positiva (PPV)

Con este sistema, se pretende inyectar una gran cantidad de aire al cuarto en llamas o al compartimiento donde está el fuego. Generalmente, esto se hace por medio de ventiladores de gran potencia en combinación con tácticas de ataque interno. Se busca localizar rápido el foco, reducir el calor para evitar la propagación y facilitar la incursión de los bomberos.

Durante su aplicación, tienes que atender varias cosas:

  • Crear salidas.
  • La relación de tamaño de entradas y salida debería ser 1:2.
  • No hay que empujar la llama o gases hacia lo cuarto adyacente
  • No debes dirigir el fuego o el humo hacia personas atrapadas o colegas
  • No uses la PPV sin tener agua disponible para la extinción del incendio
  • Coordina la PPV con otra medida contraincendios: creando abertura, atacando el fuego y buscando a gente atrapada.

Referencias

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