Quienes se dedican a combatir incendios forestales, estructurales y de otra índole deben contar con los equipos adecuados. Junto a los trajes de bomberos y herramientas resistentes al fuego, está el uso de espumas para la prevención de incendios. Daremos un repaso sobre la importancia de este método contra fuegos.
¿Cómo funciona la espuma en la extinción de incendios?
Entre los diversos sistemas contraincendios que están disponibles para los bomberos, las espumas juegan un papel importante. Aunque estos productos no están diseñados para detener la reacción química en cadena, sí puede neutralizar los otros componentes que conforman el fuego (oxígeno, calor y combustible).
El funcionamiento de la espuma lo podemos describir así:
- Cubre la superficie del combustible con la finalidad de sofocar el incendio.
- Tiene la capacidad de enfriar los elementos hechos de metal y los materiales que generan el fuego.
- La capa que se forma crea una separación entre la fuente de ignición y las llamas provocadas por el combustible.
- Sirve para impedir la liberación de vapores tóxicos que pueden mezclarse con el aire circundante, controlando otros riesgos.
La espuma favorece la labor de extinción de incendios porque es una sustancia más liviana que la solución que la compone. Esto significa que flota sobre los líquidos combustibles, formando una capa llena de agua que tiene propiedades de enfriamiento, desplazamiento del aire y encapsulamiento de vapores, lo cual interrumpe la combustión.
Según el tipo de incendio que deben controlar los bomberos, puedes preparar varios tipos de espuma. Entre los más usados, están:
- De naturaleza viscosa y espesa. Esta variante sirve para formar capas más gruesas que resisten muy bien el calor y pueden ser utilizadas en superficies horizontales o verticales.
- Más delgadas con acción rápida. Son las que generan una película más fina que restringe el paso del vapor hacia su superficie líquida activa.
Dentro de la prevención de incendios, las espumas deben usarse de manera apropiada y de acuerdo a las especificaciones del fabricante. Es un producto que tiende a disolverse y vaporizarse por la acción del calor. Por esta razón, hay que aplicarla con suficiente cantidad y rapidez para compensar las pérdidas y pueda contrarrestar cualquier residuo inflamable sobrante.
Ya que la espuma es un agente inestable hecho de agua y aire, no puede usarse siempre. Algunas sustancias químicas y vapores pueden anularla. Si se utiliza con otros agentes de extinción, puede diluirse con más facilidad. Aunque se recomienda como agente compacto, enfriante, ligero y sofocante, requiere de una técnica precisa.
Concentraciones apropiadas para crear los concentrados espumantes
En la protección contra incendios, los cuerpos de bomberos deben saber cómo elaborar el concentrado espumante que combinarán con el agua. Usualmente, los recipientes del fabricante te dan una descripción sobre el producto e incluyen una serie de datos porcentuales. Estas cifras pueden ser: 1%, 3%, 6% o incluso una mezcla de los valores más altos.
- Cuando el tambor indica 1%, esto significa lo siguiente: Para la elaboración de 100 litros de la solución, combinas 99 lt de agua y 1 lt del concentrado espumante. Esto también aplica para los otros porcentajes. Como dato adicional, los productos con concentración del 3%, son el doble de eficaces que los de 6%, pudiéndose dosificar mejor en la extinción de incendios.
Todo bombero debe tener un conocimiento básico sobre dosificación de concentrado y su aplicación más eficiente. Aunque en el mercado hay diversos productos diseñados para reducir costos y que sirven para distintas aplicaciones, lo más recomendable es tener presente con qué se cuenta.
Por ejemplo, hay varias empresas que venden un concentrado AR-AFFF que puede funcionar como una espuma clase A rebajado al 1%. Lo puedes dosificar al 3% para usarlo como AFFF o subirlo al 6% para que actúe como un AR-AFFF que resiste alcoholes y solventes polares.
Espumas mecánicas más usadas en la extinción de incendios
Las espumas están clasificadas como químicas y mecánicas. Por ahora nos concentraremos en las segundas por ser las preferidas en la práctica contra incendios. La lista de concentrados espumantes, que luego detallaremos, es la siguiente:
- Proteínicos
- Espumantes clase A
- Agentes humectantes
- Sintéticos (detergentes) de media/alta expansión
- Formadores de película acuosa (AFFF)
- Formadores de película acuosa resistentes al alcohol (AR-AFFF)
- Fluoroproteínicos (FP)
- Fluoroproteínicos de película acuosa (FFFP)
- Fluoroproteínicos de película acuosa resistentes al alcohol (AR-FFFP)
Concentrados proteínicos
Estos productos contienen un proteína hidrolizada, estabilizadores de espuma y preservativos, por lo cual generan una espuma muy estable. Esta fórmula en particular debe ser aplicada usando equipos de descarga con aspiración de aire. Están recomendados para proveer resistencia a los mantos, como pistas de aterrizaje.
Si la espuma entra en contacto directo con el combustible, se contaminará. Por eso, su aplicación requiere de una técnica depurada para colocarla lo más suavemente posible sobre los materiales en llamas. Cuando es un incendio con hidrocarburo de baja solubilidad en agua, la proporción es de 0,16 gmp/pie².
Concentrados sintéticos (detergentes)
Estos productos son elaborados con solventes y surfactantes hidrocarbonados en concentraciones de 1,5% y 2,5%. Debido a su gran expansión, se usan con los generadores de espuma de media y alta expansión. Gracias a sus propiedades, resultan ideales para el control de incendios por volumen con rangos que van de 500/1000 a 1.
Estos concentrados pueden generar una buena cantidad de espuma sin necesidad de mucha agua. Aunque pueden ser usados en espacios exteriores, el clima afecta su efectividad. Por lo general, se recomienda para líquidos inflamables, como el GNL o GLP, por su acción rápida para enfriar y sofocar.
Concentrados espumantes clase A
Se trata de una combinación biodegradable de agentes humidificantes y espumantes. Mezclado apropiadamente con el agua, puede modificar las propiedades de la misma. Es un producto que tiene la capacidad de reducir la tensión superficial y le da al H2O una propiedad espumante, permitiendo absorber más calor y mantenerse adherida en pisos o paredes.
Este concentrado sirve para combatir combustibles clase A. Cuando lo agregas al agua, aumenta su la capacidad extintora en 5 veces. Al inyectarlo a línea durante el ataque directo, reduces el tiempo de apagado de las llamas. También se puede usar para ataques indirectos como elemento de protección contra fuego.
Concentrado fluroproteínico (FP)
Derivado del anterior, pero también contiene surfactantes fluorocarbonados para mejorar el desempeño de la fluoroproteína. Este agregado hace que la espuma sea más resistente a la contaminación por contacto con el combustible. Puedes descargarla directamente sin preocuparte por la saturación de la burbuja.
Usualmente se utiliza en la industria de procesamiento de hidrocarburos como protección contra fuego en tanques de almacenamiento. Te recomendamos aplicarla con dispositivos de descarga con aspiración de aire. La proporción de cobertura para el hidrocarburo suele ser de 0,16 gmp/pie².
Concentrado fluoro proteínico de película acuosa (FFFP)
Este producto viene a ser una mezcla entre el FP y el AFFF. Esto quiere decir que tiene tanto proteína como una cantidad adicional de surfactantes. Cuando se usa como medida contra fuegos para una aeronave, no posee la misma rapidez que los AFFF. Si se utiliza en grandes incendios, no tiene la misma resistencia que los FP.
La espuma de este concentrado puede ser generada mediante dispositivos con o sin aspiración de aire. Si empleas una boquilla aspirante, la expansión no tiene las mismas dimensiones comparada con los formadores de película acuosa. La fórmula de aplicación es de 0,10 gmp/pie².
Concentrado formador de película acuosa (AFFF)
Su nombre proviene del término en inglés: Aqueous film forming foam y es el más usado en la extinción de incendios. Son productos hechos a partir de sales, solventes, surfactantes químicos con flúor, agentes espumantes sintéticos y estabilizadores de espuma. Funcionan de la misma forma que los proteínicos y los FP.
La gran ventaja de los AFFF es su velocidad contraincendios para hidrocarburos porque su espuma crea una película acuosa sobre el combustible. Cuando el fuego ha sido extinguido, puedes ver una capa casi invisible antes de la cobertura total. Puedes aplicar estos productos sobre incendios de líquidos inflamables usando equipos con o sin aspirantes de aire.
Estos concentrados funcionan mejor con una aplicación subsuperficial y en tanques con hidrocarburos estándar. Este método no sirve para solventes polares o alcohol. Para hidrocarburos de baja solubilidad en H2O, la proporción es de 0,10 gmp/pie². Se puede usar premezclado y como agente químico de extinción de incendios.
Concentrados formadores de película acuosa con resistencia al alcohol
En este caso, tenemos a los AR-FFFP y los AR-AFFF. Las siglas AR (alcohol resistant), hacen referencia a su tolerancia al alcohol. Para evitar los problemas que causan los alcoholes y solventes polares durante los incendios, estos productos contienen un polímero de alto peso molecular que crea una barrera entre la superficie del combustible y la capa de espuma, evitando su desintegración.
Estos concentrados son más viscosos que los habituales (AFFF), por lo que debes conocer esta característica para no creer que están vencidos. Las versiones modernas de estos AR-AFFF pueden ser empleados al 3% para solventes polares e hidrocarburos. Si vas a emplear un equipo sin aspiración, hace falta una aplicación suave para evitar salpicaduras o derrames.